La propuesta de la Casa Blanca en Centroamérica: “Cambio Sistémico”?
Programa de Acción Permanente por la Paz de Honduras
El año pasado, los centroamericanos llegaron a los EE.UU. en números sin precedentes, en particular los niños centroamericanos. Las comunidades de todo EE.UU. se encontraron preguntando: ¿por qué? ¿Cuál es la realidad que dejan atrás estos niños?
La migración de Centroamérica no es nada nuevo, y el fenómeno tiene raíces profundas. Muchos escritores han señalado que muchos de estos niños están dejando atrás la violencia y la pobreza que están directamente vinculadas con la política exterior estadounidense.
La experiencia de Acción Permanente por la Paz en una variedad de comunidades en Honduras y Nicaragua da mucho sustento a esta conclusión. Las comunidades con las que colaboramos nos cuentan que los acuerdos de libre comercio como el Tratado de Libre Comercio República Dominicana y América Central (DR-CAFTA), promovido por Estados Unidos, contribuyen al desplazamiento de los pequeños productores y los pequeños agricultores, ya que no pueden ganarse la vida al tener que competir con grandes productores. Muchas veces se crean trabajos en el sector textil o de fabricación, pero muchas veces los trabajadores sufren bajos salarios, condiciones de trabajo inseguras y alta inestabilidad laboral. Estas políticas dejan a muchos centroamericanos sin opciones de supervivencia, aparte de migrar en busca de trabajo. En otros lados, la experiencia ha sido similar: en México, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN, ha contribuido a un fuerte aumento de la migración mexicana a los EE.UU. en la década de las 1990.
En Honduras (y en Guatemala y El Salvador), además de promover reformas económicas neoliberales como estas, los EE.UU. han enviado también decenas de millones de dólares para el ejército y la policía de Honduras bajo la Iniciativa de Seguridad de América Central Regional (CARSI). Estos fondos se supone que contribuyan a mejorar la seguridad pública – por supuesto, los niveles desenfrenados de violencia representan otra causa central de la migración de los hondureños y las hondureñas. Sin embargo, este enfoque ha fracasado en abordar las causas profundas de la inseguridad y la desigualdad. Por otra parte, significa el apoyo a una fuerza policial y una fuerza militar que han sido “abrumadoramente corruptas” y que han sido vinculadas a numerosos abusos contra los derechos humanos. Por ejemplo, miembros de la comunidad indígena Lenca de Río Blanco han informado que se han llevado a cabo proyectos de represas hidroeléctricas en su comunidad sin su consentimiento, y la comunidad ha protestado pacíficamente el proyecto. En 2013, un miembro de la comunidad fue asesinado por un miembro de las fuerzas armadas de Honduras, y su hijo adolescente fue herido a balas.
Ahora la Casa Blanca tiene una nueva propuesta para reducir los niveles de migración de Centroamérica a los Estados Unidos. Declararon que su objetivo es llegar a las causas profundas y crear “un cambio sistémico.” Aplaudimos la iniciativa de la Casa Blanca para hacer frente a esta crisis. Sin embargo, en lugar de un cambio sistémico, la propuesta incluye la promoción de más políticas como éstas, proponiendo los acuerdos de libre comercio y otros incentivos para promover la inversión extranjera en América Central. Incluye, también, financiación militar y policial a niveles continuos con los años pasados. Estas son las políticas que están directamente relacionadas con la pobreza y la violencia de las cuales tantos niños migrantes han huido. Instamos a la Casa Blanca que vuelvan a considerar esta propuesta.
En Colombia, las políticas estadounidenses similares también han tenido consecuencias alarmantes. Lea más en el próximo blog del equipo de Acción Permanente por la Paz en Colombia.