Por Equipo de APP Nicaragua
” Lo que me gustaría y deseaba es que en todos la Zonas Francas tienen un sindicato donde no fueron maltratados y, si, pagan un salaria justo. Pero eso no se puede—siempre uno tiene que trabajar así porque eso no se puede.” Trabajadora de una Zona Franca
Esta cita viene de una reunión con una delegación de Acción Permanente por la Paz y una nicaragüense que trabaja en las Zonas Francas, grabada (con traducción) en el clip de audio. La delegación llegó a Nicaragua para aprender sobre el Tratado de Libre Comercio de Centroamérica (DR -CAFTA) y cómo ha afectado la vida para nuestros companerxs nicaragüenses. La trabajadora compartió con el grupo los retos que ha enfrentado en su trabajo durante muchos años en las fábricas textiles ‘Zona Franca,’ propagadas por CAFTA. Cuando ella comenzó a trabajar, sufrió mucho abuso verbal en su trabajo. Tenía jefes que le gritaban y le arrojaban cosas. Ella fue obligada a trabajar horas extras y no recibió ni atención médica adecuada ni días pagados de enfermedad.
La última fábrica donde ella trabajó era muy diferente. A pesar de los intentos de los propietarios a despedir a los trabajadores que intentaban formar un sindicato, los trabajadores lograron reunir suficientes firmas para que la fábrica tuviera que reconocerlos. El sindicato ha hecho grandes cambios en la fábrica. La trabajadora indicó que en esta fábrica tenía acceso a una clínica médica, un mejor equipo de seguridad, y un subsidio para la alimentación y el transporte; ella no fue obligada a trabajar horas extras; y, sobre todo, tenía dónde ir si tenía algún problema en el trabajo.
Trabajar en una fábrica con un sindicato, comentó al grupo, no es común en la región. Cualquiera que se encuentre organizando un sindicato, será despedido y su nombre será agregado a una lista compartida entre todas las Zonas Franca para que no se contrate a esta persona. Incluso su hija, quien vio los beneficios de la fábrica sindicalizada donde trabajaba su madre, tiene miedo de firmar demandas por un sindicato en su fábrica por miedo de que la descubran. Ella necesita el trabajo.
Nicaragua es supuestamente un ejemplo del éxito del CAFTA. Su PIB se está creciendo cada vez más, y la aplicación de la sección laboral del CAFTA ha sido celebrada. Sin embargo, al hablar con los trabajadores, muchas veces nos cuentan una historia diferente. Muchos de los trabajadores, en su mayoría madres solteras, están agradecidos por los puestos de trabajo creados por estas fábricas. La triste verdad es que en un modelo de desarrollo como el de CAFTA, en el cual los que están en la mesa de negociaciones son las corporaciones más poderosas, se valen más las ganancias que los salarios justos y las condiciones saludables de trabajo.
Acción Permanente por la Paz ha observado situaciones similares en los demás países donde trabajamos. Desde la firma del acuerdo bilateral de comercio con Colombia, la violencia contra los trabajadores sindicalizados se ha incrementado, tanto que Colombia es uno de los países más peligrosos del mundo para un miembro de un sindicato (enlace en inglés.) Los salarios reales de los trabajadores mexicanos se han disminuido desde la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte ( NAFTA) (enlace en inglés.)
Hoy en día se está negociando detrás de puertas cerradas el acuerdo de libre comercio más grande que nunca. La Asociación Transpacífico (TPP ) incluirá 12 naciones y las consecuencias serán catastróficas para los trabajadores de todo el mundo (enlace en inglés.) Sabemos cómo los acuerdos de libre comercio han impactado a los trabajadores. Mientras las ganancias corporativas prevalecen sobre los derechos de los trabajadores, estos acuerdos no beneficiarán a los trabajadores. Tome acción ahora para exigir que el TPP salga de detrás de puertas cerradas y que los trabajadores tengan un lugar en la mesa de negociaciones (en ingles y español.)
Audio del programa “Labor Radio” del estación de KBOO en Portland
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