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La lucha diaria por la soberanía alimentaria: desde La Habana a Trinidad

Jessica García


Durante nuestra visita a Cuba tuvimos la oportunidad de conocer algunos de los proyectos agroecológicos que nacieron con la finalidad de alimentar a sus comunidades y alcanzar así la soberanía alimentaria, en medio de un bloqueo inhumano. Aquí les contamos sobre dos proyectos y comunidades ubicados en puntos distintos de la isla, pero con el mismo objetivo: producir alimentos sanos para sus comunidades. El primero está ubicado en la Habana y el segundo en el municipio de Cumanayagua, en la provincia de Cienfuegos.


El Tabloncito: “Estamos intentando producir tanto como podemos para alimentar a la comunidad”. 

En la comunidad del Tabloncito viven alrededor de 300 personas, quienes siembran en sus propios patios y tratan de autogestionarse. Esta comunidad rural se encuentra a 4 km del casco urbano de Cumanayagua y a 70 km de la ciudad costera de Trinidad. 


De camino a El Tabloncito  (foto WFPSC, julio 2025)
De camino a El Tabloncito  (foto WFPSC, julio 2025)

Llegamos allí en tractor, después de una parada en la Finca el Porvenir, otro proyecto agroecológico, donde familias cubanas cultivan y producen tabaco y comida para su propia comunidad. Allí almorzamos bajo las fotos del Che y Fidel. Nos dieron la bienvenida y nos acompañaron hasta El Tabloncito, donde nos recibieron las infancias cantando folklore cubano y frutas de estación. 

Comedor de la finca El Porvenir  (foto WFPSC, julio 2025)
Comedor de la finca El Porvenir  (foto WFPSC, julio 2025)

Una vez hechas las presentaciones, salimos a conocer la vereda. Recorrimos toda la comunidad, nos mostraron las huertas familiares y el proyecto de producción de abejas meliponas donde son las mujeres de la comunidad las responsables de la producción de miel hace ya nueve años. En una de los hogares que visitamos, ya cuentan con 20 colmenas. En medio de la caminata, nos cuentas que se produce lo que se puede y se intercambia entre la comunidad. A veces también se vende fuera, en Cumanayagua. 


Visita al proyecto de producción de miel (foto WFPSC, julio 2025)
Visita al proyecto de producción de miel (foto WFPSC, julio 2025)

Es duro cultivar y producir alimentos en medio de las restricciones que impone en bloqueo sobre la vida diaria. Sin embargo, la producción agroecológica ha sido una de las acciones que tomaron lxs cubanxs para poder sortear estos obstáculos. Aún hay muchas dificultades y con el incremento de las restricciones impuestas por Estados Unidos, no es fácil seguir luchando por su soberanía alimentaria, pero lo siguen haciendo. 


Una granja agroecológica en La Habana: vivero Alamar 

El vivero Alamar está ubicado en la Zona 6, casi saliendo de la capital cubana. Ocupa un espacio de 10 hectáreas y están organizados como cooperativa. Cultivan todo tipo de plantas, comestibles, ornamentales y medicinales. 


Entrada al vivero Alamar  (foto WFPSC, julio 2025)
Entrada al vivero Alamar  (foto WFPSC, julio 2025)

Esta granja agroecológica provee de verduras a: 1) la comunidad donde está inserta a muy bajo precio; 2) los hogares de ancianos, casas de maternidad y centros de cuidados. A estos lugares se les envía uno o dos kits de verduras por mes según la producción que hayan obtenido durante dicho período; y 3) restaurantes, cafeterías y hoteles con quienes el vivero tiene contratos. De allí salen sus ganancias para sostener e incrementar la producción. 


Vivero Alamar  (foto WFPSC, julio 2025)
Vivero Alamar  (foto WFPSC, julio 2025)

En cuanto al modo de producción, en el vivero Alamar utilizan un paquete tecnológico de preparación natural hecho con los propios recursos de la finca. No se utiliza ninguna maquinaria para el trabajo de la tierra, solo se utilizan dos caballos y dos bueyes. Todo lo demás es manual y no se utiliza ningún tipo de agroquímico.  Tienen 8 pozos de agua para el riego natural y el control de plagas se realiza con plantas repelentes como el orégano, el girasol, el ajo y el ají.


Vivero Alamar  (foto WFPSC, julio 2025)
Vivero Alamar  (foto WFPSC, julio 2025)

La tierra es del Estado y pagan una renta simbólica por su uso, pues al Estado lo que le interesa es que se produzca para la comunidad, pero las decisiones se toman internamente. Al estar conformada como una cooperativa, las decisiones las propone la dirección, pero la decisión final sobre lo que se hace se toma en la asamblea de trabajadores. Cada trabajador gana según la gestión de la producción, es decir, que quienes trabajan directamente la tierra ganan más. Hoy la Cooperativa tiene 21 trabajadores en toda la finca. Ellxs se distribuyen en varios departamentos, pero eso no significa que quienes están en la oficina no vayan al campo si se los necesita allí. 


Ariel, jefe de Producción, explicando el trabajo que realizan en la finca  (foto WFPSC, julio 2025)
Ariel, jefe de Producción, explicando el trabajo que realizan en la finca  (foto WFPSC, julio 2025)

Cuando realiza la presentación, Ariel, el actual jefe de producción, nos cuenta que este tipo de granjas agroecológicas nacieron a finales de los 90 como una propuesta de Fidel Castro en un intento de generar una “cultura del buen comer”. Justamente, ante la caída de la Unión Soviética y el bloqueo impuesto por los Estados Unidos décadas atrás, llevó a Cuba a buscar nuevas opciones para poder subsistir. Así ingresaron nuevas verduras a la dieta cubana como el brócoli, la coliflor, el pepino y la acelga. Actualmente hay 3700 granjas como esta en toda la isla. Si bien no todas están tan completas como Alamar, todas ellas se encuentran luchando diariamente por alcanzar la soberanía alimentaria para su pueblo. 


Encuentra más información sobre la agroecología en Cuba: 

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